El cultivo de kiwi puede resultar atractivo gracias a su alta rentabilidad y a que, pese a tratarse de un cultivo arbóreo, permite recuperar la inversión en un plazo relativamente corto. Pero se trata de un cultivo tecnificado que requiere cierta preparación, así como una considerable inversión inicial. Es además un cultivo exigente en mano de obra, sobre todo para determinadas labores como las podas o la recolección.

Por otra parte, la planta de kiwi sólo se adaptaría con éxito a zonas muy determinadas de la provincia de Burgos, pero en ellas se trata de una alternativa que debería ser tenida en cuenta y que puede jugar un papel dinamizador. Sin embargo, en dichas zonas quizá no exista la posibilidad de acometer grandes plantaciones, sino de un tamaño más modesto y con una productividad más ajustada, aunque suficientemente competitiva.