En este cultivo es muy importante tener en cuenta la disponibilidad de unidades de calor para que llegue a maduración. El pistachero es muy exigente en este sentido, y no todos los lugares de la provincia de Burgos son propicios para ello. Existen variedades tempranas menos exigentes, pero más susceptibles a las heladas tardías, lo que implica que el cultivo se puede desarrollar y vegetar sin problemas, pero su rentabilidad se puede ver comprometida.
Otro factor a tener en cuenta es la sensibilidad del pistachero a un exceso de humedad relativa ambiental entre los meses de junio y septiembre, ya que ello afecta negativamente por dificultar la polinización y, sobre todo, por favorecer la incidencia de enfermedades y plagas. El pistachero es considerado como uno de los cultivos más sensibles a las enfermedades criptogámicas.
Hay que decir también que el pistachero es un árbol exigente en horas de frío, si bien es ésta una característica muy variable según las variedades y que, en cualquier caso, se cubre perfectamente en la provincia de Burgos. Por otra parte, se trata de una planta resistente a la sequía.
Finalmente, en cuanto a suelos, el pistachero es una planta que se adapta a una gran variedad de éstos, si bien hay que indicar que prefiere los suelos calizos a los silíceos. Evitar así mismo los suelos arcillosos, compactos o mal drenados, por la sensibilidad del pistachero a la asfixia radicular.
El mapa provincial de aptitud para el pistachero se ha elaborado teniendo en cuenta principalmente los siguientes condicionantes:
– Orientación preferente: Sur.
– Índice topográfico: evitar zonas de acumulación de humedad, como los fondos de valle.
– Fecha media de la última helada: puntuación nula cuando ésta es posterior al 15 de abril.
– Unidades de calor: cuanto más mejor, con un límite mínimo de 3100.
– Precipitación durante el verano: se prefieren las comarcas donde ésta no supera los 110 mm.
– Textura del suelo: se priorizan los suelos francos y franco-arenosos.
– pH óptimo para el cultivo: 6-8.
– Se excluyen las zonas forestales e improductivas.
Hechas estas consideraciones, se ha determinado que el cultivo del pistachero podría ser viable en determinadas zonas de las comarcas de Amaya Camino, Arlanza y Ribera del Duero. El mapa de aptitud que se obtiene parece indicar que también podría tener éxito el cultivo en algunas zonas de la Bureba, donde se alcanzarían las unidades de calor necesarias; sin embargo, aquí habría que considerar el perjuicio derivado de un posible exceso de humedad relativa durante los meses de verano.