Eragrostis tef, llamado comúnmente teff o tef, es una especie de planta herbácea anual perteneciente a la familia Poaceae, de semilla comestible que se asemeja a los cereales.

El teff es una planta tolerante a gran cantidad de tipos de suelos y a variadas condiciones pluviométricas, siempre que estas ocurran durante su corto ciclo de crecimiento.  Puede llegar a alcanzar un metro de altura, y se vale de anemofilia para polinizar sus flores dotadas de unidades reproductivas hermafroditas.

La producción de grano es simple y los rendimientos son altos. Los cultivos para grano, a diferencia de los cultivos para heno deben ser raleados y con control de malezas; las plántulas son minúsculas, por lo que este trabajo requiere cuidado. La semilla se trilla fácilmente, sin adherencia de las glumas, por lo tanto, su limpieza no presenta dificultades. Esta especie parece ser autógama apomíctica.

Fotografía: BLONK

El teff se corta en el momento de la floración pero antes de la formación de la semilla, y es de fácil manejo, con hojas y tallos finos. Es importante cortar antes de que se comience a volcar, lo que ocurre cuando se inicia la floración, pero dependiendo de las condiciones del tiempo. El teff volcado es difícil de cortar y siempre ocurren pérdidas.

Desde un punto de vista nutritivo tiene características interesantes ya que contiene mucha fibra alimentaria y hierro, además de proteínas y calcio. Como inconveniente presenta una semilla de tamaño minúsculo, de aproximadamente un milímetro de diámetro.

Los granos de teff varían entre tres colores que van desde un rojo oscuro, a dorado  y blanco marfil – cuanto más oscuro, más espeso y dulce su sabor.

REQUISITOS ESPECIALES

Desde el punto de vista de las instalaciones y la maquinaria, el cultivo del teff no presenta requisitos especiales, diferentes de los disponibles habitualmente en las explotaciones agrícolas de nuestro entorno. Quizá lo más relevante sea la necesidad de producir en regadío, por lo que la infraestructura necesaria (concesión de riego, bombas, aspersores, etc.) sí debe estar disponibles. Las necesidades en agua deben estar bien cubiertas al principio del ciclo vegetativo, desde la nascencia hasta el ahijado, y también en el momento del espigado y del llenado del grano.

El teff es una planta con un ciclo muy corto, cuyas semillas germinan rápidamente, a los pocos días tras la siembra, si encuentran condiciones adecuadas de humedad y temperatura. Es importante para ello que el suelo esté en perfectas condiciones, para lo que será conveniente un pase previo de rulo. Para la siembra se podrá utilizar la misma sembradora del cereal, o también se puede hacer en siembra directa, pero teniendo en cuenta que la semilla no debe quedar apenas enterrada si se quiere que germine pronto.

La lucha contra las malas hierbas también es similar que en el resto de cereales, siendo esto bastante importante en el caso del teff, dado el momento y las condiciones (de temperatura y humedad) en que se desarrolla el cultivo. Esas condiciones son también propicias para el desarrollo de diversas enfermedades que afectan al teff, como por ejemplo el mal de pie. Para el control de malas hierbas es útil una siembra densa, siendo posible incluso el cultivo ecológico ayudándose de control mecánico; por otra parte, una siembra demasiado densa puede resultar contraproducente desde el punto de vista del desarrollo de patógenos.

Otra operación importante es la cosecha del grano: si se hace directamente con cosechadora de cereal hay que vigilar que el cultivo esté en un momento correcto de humedad, ni demasiado húmedo (porque se  dificulta el corte) ni demasiado seco (porque se producirá caída de grano). Una opción más conveniente consiste en segar e hilerar el teff, dejarlo secar completamente sobre el suelo, y cosechar después con cosechadora dotada de pick-up.

PRINCIPALES LABORES

Con lo expuesto hasta aquí ya puede hacerse un repaso de las principales labores de este cultivo. La preparación del terreno tiene como objetivo dejar el suelo en perfectas condiciones para la siembra, algo que es especialmente importante en este caso. Típicamente se puede contemplar una labor de arada con vertedera o disco, seguido de un laboreo secundario mediante cultivador y de un pase de rulo previo a la siembra; el uso de la grada rotativa también permite dejar el suelo en buenas condiciones para la siembra. En caso de realizarse siembra directa, sería recomendable aplicar previamente un herbicida no residual de amplio espectro.

En cualquier caso, sí que conviene minimizar el paso de maquinaria previo a la siembra, para evitar una excesiva compactación o la pulverización del suelo (hay que evitar la formación de costra).

La siembra se realiza a partir de mediados de mayo, en función de la temperatura, y debe hacerse con el suelo en buen estado de humedad, procediéndose a la aplicación de riego en caso contrario. Se pueden utilizar distintos tipos de sembradora, siendo lo ideal una sembradora neumática de precisión; si se emplea una sembradora mecánica de cereal, se podrá acoplar un rulo para mejorar la nascencia. Serán necesarios algo más de 5 kg/ha de semilla (que puede ser pildorada), debiendo quedar ésta sobre el terreno o bastante superficial, pero no enterrada. La separación entre líneas podrá oscilar entre 20-25 cm, debiéndose alcanzar una densidad de siembra de unas 75.000 semillas/ha.

Una estimación de las necesidades en elementos fertilizantes para el teff sería la siguiente:

– nitrógeno (N): 50 UF/ha

– fósforo (P2O5): 45 UF/ha

– potasio (K2O): 120 UF/ha

– azufre (SO3): 60 UF/ha

Para la fertilización se tendrán en cuenta las características del suelo y los aportes de estiércol o de compost que se hayan realizado; en función de ello, las necesidades se cubrirán mediante abonado de fondo y/o de cobertera.

En cuanto a tratamientos, se contemplará una aplicación herbicida; también existe la posibilidad de lucha química contra plagas y enfermedades (aplicación de insecticidas/fungicidas), pero ello estrictamente en función de la aparición de estos problemas.